AMAR MÁS PROFUNDAMENTE AL SEÑOR
“Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.” Lucas 24: 25-27 (RVR 1960) El evangelio empieza en Genesis 1: 1, porque el centro del evangelio es Jesucristo y desde el principio podemos ver a Jesucristo. Jesús fue poco a poco enseñando a sus discípulos que “era necesario el Cristo padeciera” (Lc. 24: 26), fuera muerto y resucitara. La muerte redentora del Cristo en una cruz no estaba dentro de la concepción mesiánica popular (…) Pero con su gloriosa resurrección y el periodo de enseñanza que tuvo con sus discípulos después de ella, las Escrituras fueron abiertas para la mente de éstos, que comprendieron, entonces en toda su magnitud, la verdadera función del Mesías. Por eso Juan, en su evangelio dice: “Estas (cosas)